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Días de Acción

Con los Días de Acción Global contra el Militarismo, que se organizan simultáneamente en contextos de diferentes países, hacemos un llamado a una amplia resistencia contra las estructuras militaristas en todo el mundo y su conexión con sistemas explotadores y discriminatorios.
La aceptación generalizada de la violencia militarista se basa en ideologías y formas de pensar burguesas que normalizan las catástrofes como un „mal necesario“ para garantizar la continuidad del capitalismo, el patriarcado y el colonialismo.
Estos sistemas se basan en la continua devaluación de vidas humanas concretas -trabajadores, discapacitados, personas de género marginado, negros, marrones e indígenas- y en una ideología extractivista general en relación con la vida, la naturaleza, los planetas y más allá. Esto incluye el pensamiento competitivo y bélico en nombre de la dominación blanca, capitalista y patriarcal, que se manifiesta en formas de expansión (neo-)colonial, ocupación militar, extracción militarizada de recursos naturales, formas de violencia específicas de género como prácticas de tortura y guerra, establecimiento de fronteras mortíferas y continua deshumanización y asesinato de personas negras, marrones e indígenas.

Así que si queremos comunidades y modos de vida que mejoren la vida, tenemos que crearlos nosotros mismos. La desmilitarización del planeta es un comienzo para dejar de sumarse a sistemas opresivos, para sacudirlos y destruirlos en su lugar, y para luchar con visiones compartidas por un futuro utópico.

Invitamos a individuos, colectivos y organizaciones que compartan una perspectiva decolonial, internacionalista y antipatriarcal de resistencia al militarismo a organizar acciones artísticas y disruptivas del 17 al 25 de noviembre de 2023. Las pequeñas acciones también son bienvenidas. En el contexto de Suiza, la resistencia internacionalista es necesaria.

Contra las industrias armamentísticas como Ruag, Thales y Rheinmetall, que exportan sus armas por todo el mundo.
Contra la militarización y la externalización de las fronteras de la Union Europea apoyadas por infraestructuras militares y tecnologías de vigilancia con consecuencias desde el Mediterráneo hasta Libia, Marruecos, Sudán, Níger y muchos otros lugares donde la Unión Europea mueve sus hilos.
Contra la narrativa racista de seguridad que legitima el control y la violencia contra las personas.
Por el desmantelamiento de la industria armamentística mundial y la promoción de estructuras colectivas y solidarias.
Por un medio ambiente, una tierra y un futuro digno para todas las generaciones venideras.
Por la libertad de circulación para todos.
Por la solidaridad con los oprimidos, explotados y desposeídos de este mundo.
Por un proceso revolucionario descolonial, queer-feminista e internacionalista.

¡Desmilitarizar el planeta!
Cultura del cuidado – ¡no cultura de guerra!